Adicciones
¿Qué son las drogas?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las drogas son “todas aquellas sustancias, químicas o naturales, que, introducidas en un organismo vivo, producen modificaciones en el sistema nervioso central”. También se denominan Sustancias Psicoactivas.
Es decir que, cuando hablamos de sustancias psicoactivas, nos referimos a aquellos compuestos químicos capaces de cambiar el modo en que funciona la mente a partir de la interacción de éstas (las sustancias) con el sistema nervioso central (por ejemplo, alterando las sensaciones de dolor y placer, el estado de ánimo, la conciencia, la capacidad de pensar, entre otras).
Es importante señalar que el término sustancias psicoactivas incluye tanto a las drogas lícitas, es decir, legalmente disponibles (como el alcohol, el tabaco, psicofármacos, etc) como a las ilícitas, aquellas prohibidas para su producción, venta y consumo (LSD, éxtasis, cocaína).
Adicciones y Sustancias
El uso repetido y prolongado en el tiempo de estas sustancias, favorece el desarrollo de trastornos por dependencia, que son trastornos crónicos y recurrentes, caracterizados por necesidad intensa de la sustancia y pérdida de la capacidad de controlar su consumo, a pesar de consecuencias adversas en el estado de salud o en el funcionamiento interpersonal, familiar, académico, laboral o legal.
El consumo de sustancias es un problema de salud pública a nivel mundial que ocasiona graves consecuencias sobre la salud en general y específicamente sobre la salud mental.
En lo que respecta a las tasas de consumo en nuestro país, en un estudio realizado en el año 2017 por el Observatorio Argentino de Drogas, se evidencia que el alcohol y el tabaco son las sustancias psicoactivas que presentan mayor prevalencia de consumo, luego de estas se encuentra el consumo de cannabis y cocaína.
Alcohol
El alcohol es una sustancia psicoactiva depresora del sistema nervioso central. Cuando alguien toma alcohol, siente placer y relajación durante la primera media hora más o menos, volviéndose con frecuencia hablador y extrovertido. Pero estas sensaciones se reemplazan generalmente por sueño a medida que el alcohol se elimina, este patrón impulsa a seguir bebiendo más para recobrar y conservar el efecto placentero inicial. El consumo episódico elevado es una modalidad riesgosa de consumo, que puede provocar daño neuronal si se sostiene en el tiempo.

Tomar 3 vasos (de mesa) de fernet mezclado con gaseosa, alcanza para que sea considerado consumo episódico elevado.
Consecuencias provocadas por el consumo de alcohol:

Daños en el hígado
Puede producirse una enfermedad alcohólica hepática, cuyos daños pueden derivar en una enfermedad grave llamada cirrosis.

Daños en el páncreas
Las principales inflamaciones del páncreas, además de los problemas de vesícula y de riñón, son producidas por el alcoholismo.

Problemas digestivos:
Puede producir trastornos como acidez, vómitos y, a veces, úlceras con sangrado, como así también aumento de cánceres digestivos.

Problemas sexuales:
El alcohol puede producir problemas de erección en los hombres y favorece la pérdida de la menstruación en las mujeres.

Daños en el sistema nervioso:
El alcoholismo produce daños irreparables en el sistema nervioso central y periférico que se manifiestan en forma de temblores, falta de coordinación o problemas de memoria.

Problemas alimentarios:
El abuso del alcohol disminuye la absorción de muchas vitaminas y minerales, por lo que el organismo se debilita y tiene más facilidad de contraer infecciones o enfermedades.
Embarazo, lactancia y consumo de alcohol
En 1968 fue descrito por primera vez el Síndrome de Alcohol Fetal.
En la actualidad, ha aparecido el termino trastorno del espectro alcohólico fetal para englobar una amplia serie de discapacidades neurológicas, cognitivas, conductuales y de aprendizaje asociadas a la exposición prenatal al alcohol.
No se ha identificado aun un nivel de riesgo seguro de ingesta de alcohol durante el embarazo, razón por la cual la decisión más acertada es no consumir durante el embarazo (o si cree estar embarazada) y la lactancia.
Cocaína
La cocaína pertenece al grupo de drogas estimulantes. Produce una sensación de energía, atención y bienestar que los consumidores sienten placentera; al mismo tiempo experimentan aceleración del ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial, así como dilatación de las vías respiratorias.
La cocaína es conocida por su capacidad de aumentar la atención, producir sensación de alerta y eliminar la fatiga. Una vez consumida llega rápidamente al cerebro produciendo euforia, hiperactividad, elevación de la autoestima y confianza, excitación, sensación de omnipotencia, reducción de sueño, inhibición del apetito, aceleración del ritmo cardíaco, elevación de la presión arterial y la temperatura corporal.
Al rato de consumida, parece la fase de “bajón” llamado así porque se caracteriza por un profundo bajón anímico, fatiga, bajo rendimiento, insomnio, falta de concentración, angustia y depresión.
Consecuencias provocadas por el consumo de cocaína:
En algunas personas el consumo de cocaína genera irritabilidad, preocupación, ideas paranoicas y apatía. Con el consumo abusivo y frecuente estas situaciones se profundizan, pudiendo generar falta de sentido de la realidad, alucinaciones y ansiedad.
Otras consecuencias del consumo de cocaína pueden ser pérdida del sentido del olfato, sangrados nasales y perforación del tabique nasal, complicaciones cardíacas, derrame cerebral, disminución de la memoria y la capacidad de concentración, pérdida excesiva de peso.
Marihuana
La marihuana es la trituración de la planta Cannabis Sativa que se prepara para fumar o ser consumida de otras maneras. Su principal ingrediente activo es el THC (delta9-tetrahy – drocannabinol) y es la cantidad de esta sustancia lo que determina su potencia, y por lo tanto, sus efectos. Es una droga psicoactiva.
El efecto producido varía según la constitución biológica de cada persona, la experiencia previa con la droga, el tipo de marihuana y la forma en que se consuma. Las experiencias de la gente con la marihuana varían mucho dependiendo de la potencia de la droga que consuman. En general, la marihuana fumada al principio relaja y mejora el estado de ánimo. Estos efectos se sienten a los pocos minutos, y media hora después se produce un estado de sueño y sedación. Algunas personas experimentan este estado como un estímulo seguido de una sensación de relajamiento y tranquilidad.
Consecuencias provocadas por el consumo de marihuana:
El uso frecuente de marihuana puede llevar a la adicción.
En consumidores habituales, afecta a nivel respiratorio y debilita el sistema inmunitario.
Afecta a la coordinación psicomotora por ello, entre otras cosas, no se debe conducir un auto o una moto bajo sus efectos.
Puede afectar la motivación para estudiar, trabajar o vincularse con personas fuera del entorno del consumo.
El consumo frecuente de marihuana puede afectar el aprendizaje, la concentración y la memoria.
En las personas genéticamente predispuestas puede favorecer el desencadenamiento de trastornos mentales severos.
Cannabis medicinal
El Cannabis Medicinal es un medicamento, se debe administrar siempre bajo prescripción médica. Posee evidencia científica para abordar problemáticas específicas.

Moderada evidencia:
Para el tratamiento de epilepsias refractarias (que no responden al tratamiento habitual), del dolor neuropático y del dolor oncológico.

Baja evidencia:
Para el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por quimioterapia, para algunas enfermedades con movimientos involuntarios y para el aumento de peso en personas que viven con VIH.

Muy poca evidencia:
Para el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por quimioterapia, para algunas enfermedades con movimientos involuntarios y para el aumento de peso en personas que viven con VIH.
Riesgos a considerar sobre el consumo de Cannabis Medicinal:
Las investigaciones señalan riesgos y contraindicaciones del uso del cannabis y sus derivados en niños y adolescentes por las incidencias en el sistema nervioso en desarrollo. También hay riesgos para las mujeres durante el embarazo y la lactancia. También se advierten consecuencias no deseables en adultos mayores.
Contraindicado en pacientes con enfermedades cardíacas, pulmonares y trastornos inmunológicos.
Debe evitarse que cualquier tipo de derivado del cannabis esté al alcance de niñas, niños y adolescentes. Tampoco lo deberían consumir personas adultas a cargo del cuidado de niñas/os pequeños o adultos mayores.
Los medicamentos de fabricación casera (incluyendo el cannabis medicinal o sus derivados) no tienen la suficiente seguridad sobre sus componentes y la concentración de los mismos, por lo que pueden producir intoxicación.
Tabaco
El consumo de tabaco constituye un grave problema de salud pública siendo la primera causa evitable de muerte a nivel mundial. Cada año mueren 6 millones de personas fumadoras y no fumadoras expuestas al humo de tabaco ajeno.
Al fumar, los pulmones absorben la nicotina, el principal componente del humo del tabaco, y ésta pasa rápidamente al torrente sanguíneo, donde circula por todo el cerebro (llega al cerebro en solo 7 segundos). La gente disfruta el fumar, porque la Nicotina actúa en el cerebro sobre nuestros centros de placer y recompensa.
La dependencia se genera rápidamente, ya que a medida que disminuye la concentración de Nicotina en sangre aparece el deseo de volver a fumar. La nicotina actúa directamente sobre el corazón alterando la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además de la nicotina el cigarrillo contiene alquitranes, irritantes y monóxido de carbono, sustancias tóxicas para el organismo.
Riesgos a considerar sobre el consumo de tabaco:
Se considera al tabaco como uno de los principales factores de riesgo en enfermedades pulmonares, cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
El consumo de tabaco comporta determinados riesgos específicos en niños, niñas y adolescentes al encontrarse el organismo aún en desarrollo, así como también en mujeres embarazadas. Otras consecuencias asociadas al tabaquismo son el envejecimiento de la piel, esterilidad, impotencia sexual, enfermedades cerebrovasculares y reducción de la capacidad pulmonar.
Mitos y verdades sobre el consumo de tabaco:
«Dejar de fumar es cuestión de fuerza de voluntad»
MITO: Con la fuerza de voluntad no alcanza. Para la mayoría de las personas, la decisión inicial de fumar es voluntaria, pero el uso repetido de la nicotina trae aparejado cambios en el sistema nervioso central que desafían el autocontrol de la persona adicta e interviene con su habilidad de controlar los deseos intensos de fumar. La adicción es una enfermedad compleja en la que interacciona sujeto- sustancia-contexto. Apelar simplemente a la voluntad es contraproducente ya que genera presión, enojo, frustración y otros pensamientos que obstaculizan la cesación.
“No quisiera dejar, sino reducir la cantidad de cigarrillos”
MITO: El descenso es una preparación pero no la meta. El objetivo debe ser dejar completamente. No existe un nivel seguro de fumar. Pocas cantidades de cigarrillos constituyen un riesgo para la salud y el desarrollo de enfermedades asociadas al tabaco. Fumadores de 4 cigarrillos al día se infartan más que un no fumador.
“Después de años fumando, el daño ya está hecho”
MITO: Este es un pensamiento erróneo que favorece y refuerza el mantenimiento de la conducta adictiva. Los beneficios pueden observarse a partir de las primeras semanas de cesación.
“Es más perjudicial la contaminación de la ciudad”
VERDAD: Los niveles de monóxido de carbono son entre 2 a 10 veces más altos en fumadores respecto a no fumadores en la misma situación de polución o tránsito intenso.
“Fumo adentro porque vivo solo/sola por lo que no le hago mal a nadie”
MITO: A la exposición al humo ambiental del tabaco (humo de segunda mano) se le agrega el concepto de humo de tercera mano, que representa la mezcla partículas y sustancias tóxicas que permanecen durante dos semanas adheridas a las paredes, cortinas, muebles, alfombras, ropa, luego de que el fumador apaga el cigarrillo. Estas sustancias tóxicas incluyen metales pesados y diferentes sustancias cancerígenas que no se van únicamente con la ventilación o con cerrar la puerta de un ambiente, por lo que la persona sigue en contacto con ello a pesar de no estar fumando.
“Un cigarrillo después de comer ayuda a hacer la digestión”
MITO: El cigarrillo no ayuda a la digestión. Lo que hace el cigarrillo es estimular al cerebro para aliviar o disimular la modorra (sensación de sueño) propia de una digestión pesada.
“Con un cigarrillo en la mano pienso mejor y se me ocurren mejores ideas”
MITO: El cigarrillo genera que llegue menos oxígeno al cerebro por lo que el efecto estimulante de la nicotina sobre el cerebro solo compensa el desequilibrio que produce la falta de oxígeno producida por el cigarrillo.
«Alguien conoce a una persona que conoce a alguien que murió a los 90 años después de haber fumado toda su vida”.
MITO: Por cada caso en el que el cigarrillo no fue causa directa o indirecta de muerte o enfermedad en el fumador, hay miles de casos en los que sí lo fue. Aparte de las enfermedades más conocidas asociadas al cigarrillo como cáncer de pulmón o problemas cardíacos, también están las EPOC o enfermedades crónicas de obstrucción pulmonar, la hipertensión y miles de etcéteras que incluyen hasta gingivitis. Nadie, ni siquiera el más delirante de los publicistas, ha promocionado jamás alguna ventaja o provecho para la salud proporcionado por el cigarrillo.
«Haciendo mucho deporte se compensa el daño que ocasiona el cigarrillo”
MITO: Es exactamente al revés. Fumando se anulan los beneficios de la actividad física y se potencian los efectos dañinos del cigarrillo. Existen casos de fumadores que tuvieron muerte súbita realizando alguna actividad física intensa.
Beneficios de la cesación tabáquica:

