Discapacidad
Según la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, las personas con discapacidad son portadoras de una dignidad inherente, independientemente de sus condiciones orgánicas o funcionales; a ellas les corresponde el goce de derechos, principalmente, ser tratados como iguales y no ser discriminados.
La discapacidad forma parte de la condición humana; ninguna persona está exenta de transitar o vivir esa situación. Por ello, desde las distintas entidades estatales, privadas y de la sociedad civil, las acciones deben tender a fomentar la inclusión.
La inserción social es responsabilidad de toda la comunidad.
Todas las personas con discapacidad tienen derecho a:
Ser tratados con principios de igualdad y no discriminación.
Accesibilidad y movilidad personal
Protección de la integridad personal
Educación
Salud
Habilitación y rehabilitación
Trabajo y empleo
Participación en la vida política y pública
Participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte
Libertad de desplazamiento y nacionalidad
Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad
Libertad de expresión y de opinión y acceso a la información
Respeto de la privacidad
Trato adecuado hacia personas con discapacidad
Algunas pautas para el trato adecuado hacia personas con discapacidad:

Motriz:
Indicale un recorrido sin escaleras ni obstáculos.
Si usa silla de ruedas o muletas, ayudale a hacer espacio para su ubicación.
Para conversar, ponete a la altura de su rostro.
Antes de empujar su silla, pregunta si lo desea.

Visual:
Avisale que estás allí.
Ofrécele tu hombro o tu brazo para guiarla.
Indicale verbalmente recorridos y sus posibles obstáculos.
Describile el lugar y las imágenes.

Auditiva:
Hablale de manera pausada; necesitan ver tu boca.
Para llamar su atención toca su hombro, nunca grites

Intelectual:
Hablale con palabras sencillas y frases simples.
Integrala a las actividades.
No la trates como niño o niña.
Cómo podés ayudar:
Destacar las capacidades de las personas, no poner el acento en los déficits individuales.
Mejorar el alcance de medidas de apoyo.
Ayudar al que no puede.
Apoyar al que puede.
La utilización correcta del lenguaje es una forma de incluir. Por eso, es necesario conocer cómo tratamos a personas que presenten alguna limitación o deficiencia.